Monday, December 18, 2006

UN LLAMADO AL SERVICIO: ¿CUÁL SERÁ SU RESPUESTA?

UN LLAMADO AL SERVICIO: ¿CUÁL SERÁ SU RESPUESTA?


Gracia y Paz.


Ya estamos por comenzar un nuevo año. Significa que estamos en la tradicional época de resoluciones. Por esta razón, he decidido escribir sobre una resolución que debe ser permanente en nuestra lista como Iglesia y que a veces es la primera que abandonamos.

Esta es la resolución de servir. El servir es uno de los llamados que Dios nos ha hecho (como hijos suyos). Nuestro Señor Jesucristo fue un gran ejemplo de servicio. La escritura esta llena de estos, donde vemos a Jesús trabajando y ayudando a quien lo necesitaba. Además, el discípulo Juan nos relata que Jesús mismo lavó los pies de sus discípulos antes de la última cena. (Una muestra inequívoca de que a la hora de servir no importa la clase social, ni la jerarquía).

Como maestro de Escuela Bíblica (por la gracia de Dios) he adquirido unas herramientas que me han ayudado en el análisis de la Biblia y a lograr lo que en una reunión Potoco nos comentaba: entender que Dios nos habla y tiene mensajes implícitos en su escritura. Así pues, les exhorto a buscar en sus Biblias los siguientes pasajes y ver lo que Dios tiene ‘escondido’ en ellos para nosotros. Solo les adelanto que es un llamado a Servir, y no es cualquier llamado si no uno de mucha importancia.

Marcos 14:22-25
Este pasaje de la institución de la Cena del Señor sintetiza el mensaje que debemos entender. Jesús, el Pan de vida, partió el pan y lo dio a sus Doce Discípulos. Así mismo tomo la copa, la que representa la alianza nueva en su sangre: una Alianza Eterna. Quizá para nosotros el mensaje implícito que existe en el pasaje sea un poco difícil de captar (debido a que nuestra mentalidad es distinta a la del pueblo Hebreo). No por esto debemos dejar pasar ese mensaje.

Para un judío, el número doce era señal de plenitud y de representación de todo el Pueblo de Dios. Es una razón importante para recordar que el dio el pan y la copa a los doce. Su sacrificio era para todos los que en él creyeran y es nuestro llamado como sus Discípulos llevar ese mensaje, esa buena nueva de salvación a todos para que así podamos ser parte de su pueblo.

Este pasaje no queda ahí, si no que el verso veinte y cinco nos brinda un detalle que junto con otro pasaje que veremos más adelante, sumarán a este llamado que Jesús nos hace aquí. “Les aseguro que ya no beberé mas del Fruto de la vid hasta el día aquel en que beba un vino nuevo en el reino de los Cielos” Marcos14:25(BLA) En otras palabras, una de nuestras esperanzas como Cristianos es la de un día cenar y participar de la mesa con nuestro Señor. Ahora veamos el siguiente pasaje:

2 Tesalonicenses 3:6-15
Aún cuando el pasaje claramente se refiere de forma literal al trabajo que provee pan para el sustento físico, en un ejercicio de hermenéutica se puede ver que el pasaje aplica más allá del alimento físico. El reto es claro de parte del Apóstol a la Iglesia de hoy: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (NBJ). Estas palabras son fuertes si lo vemos en el sentido de la esperanza de cenar y comer con nuestro Señor. El que no quiera trabajar y servir aquí en la tierra, tampoco estará apto para cenar con nuestro Señor en la mesa celestial.

Realmente cuando leí este pasaje a la luz de lo que les comento hoy, quedé impactado. Dios mismo nos está hablando y nos está diciendo: Iglesia estás llamada a trabajar, si no quieres hacerlo, no esperes sentarte a la mesa conmigo. A veces pensamos que la vida del cristiano es solo ir a la Iglesia y dar el diezmo y la ofrenda. Pero la Vida Cristiana es mucho más. Es una vida basada y traducida en Servicio. Recuerdo las palabras de Frankie Tovar (Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Venezuela) “el que no sirve, no sirve”. Son palabras fuertes sin lugar a duda, pero una realidad innegable en la vida del cristiano.

El Cristiano tiene que dar fruto y trabajar, pues El Maestro mismo maldijo la Higuera al esta no dar fruto. Esta simplemente no servia. Esperemos que nosotros no tengamos que pasar por esa experiencia y podamos seguir la exhortación en el Señor de Pablo a trabajar cada uno por nuestro propio pan ya sea físico como espiritual.
Me gusta la expresión paulina sobre el servicio y la proclamación de la buena nueva y es mi exhortación a cada uno de ustedes para este año. “Porque anunciar el Evangelio no es para mi un motivo de gloria; es una obligación que tengo, ¡y pobre de mí si no anunciara el evangelio! Y ¿donde está mi recompensa? Está en que, anunciando el Evangelio lo hago gratuitamente, no haciendo valer mis derechos por la evangelización 1Cor.9:16,18 (BLA).

Por esto hermano a trabajar este año en la viña del Señor; ayudando así a expandir el mensaje de esperanza de que Jesús nació, murió por nosotros y resucitó para así reconciliarnos con el Padre. Recordando la meta y visión dada a nuestro Pastor 50/500.